Luis Tárrega

No tengo ningún interés en lo referente a la Iglesia, sus dogmas, su gran hipocresía la cual detesto. No me interesa, salvo cuando leo, veo ésa bandada de pajarracos negros, opinando lo que deben hacer las mujeres referente al aborto. Opiniones más bien de gentes frustradas, equivocadas... De pregoneros contradictorios, algo así, cómo de personas no encontrándose bien dentro de sus cuerpos. Cargando contra los que no pensamos como ellos, particularmente gays...,  pecadores todos, salvo quienes nos redimen con sus oraciones por nuestros pecados..  Aunque sabemos perfectamente de su pederastia a escala planetaria, adoradores blasfemos, curtidos muchísimos, fascinados por el pecado de la "carne" de sus más tiernos acólitos, imberbes e inocentes monaguillos, seminarístas abusados indecentemente, maltratados y vejados por ésta canalla!. Pero la historia es otra. Aun recuerdo a Juan XXIII, bondadoso, tranquilo, campechano, recordándome al tío Teodóro (otro gran pers

Patanes, miserables corruptos hasta las entretelas. Después de tan terrible agonía para sus seres queridos, Q.E.P.D las víctimas y, mucha fuerza y amor para tantos heridos. Os atrevéis a matar al mensajero, cuando todos sabemos perfectamente quienes son los culpables. Culpables de ignorancia compartida entre "políticos corruptos", qué no conforme con llevarnos a todo un País a un nuevo atraso de cincuenta años, donde creíamos haber salido, después de aquella larga noche de dictadura. Vuestros miserables ahorros (100 millones de €), cómo acostumbráis, nos han llevado a ésta terrible tragedia... Tragedia como siempre de dinero escamoteado, robado al Erario, o bien repartido al respectivo partido de turno, a costa de tantas victimas. Cómo ocurre cada vez que toda ésta maraña de inútiles corruptos, tratan de avanzar trabajos. Trabajos siempre chapuceros, queriendo justificar lo injustificable, siempre en tiempos de elecciones y, poder seguir robando y desgobernando...qué

Pocas veces en mi larga vida y, quizá por primera vez, he visto un ser tan cínico, tan mentiroso, tan cobarde, con tan poca talla como hombre. Ante una justificación, mejor dicho, una aclaración a todo un País, por su primer mandatario. Mandatario enloquecido, entre sicario matón, flojo voceras. Qué amparado de toda su troupe de "palmeros", lo jalearon convirtiéndole en un hazmerreir de repulsa e indignación, a todo aquél que quiso saber del "caso Rajoy" y no caso Bárcenas.... Donde la política de la Comunidad Europea ha logrado dé explicaciones en nuestro Hemiciclo, logro que no pudo toda una oposición, dada su mayoría, su abuso de poder, su corrupción. El inculpado moral y éticamente, en un País donde el 83% de su población no creemos, en la "política basura" cómo acostumbran. En su presentación obligada se gusto tanto, según hablaba, qué más bien parecía un paleto de ésos de pana, txapela y albarcas... Y fueron tantos y tan repetidos sus g