"LA BANDERA DE MARRAS" (Crónicas Diferentes)

La guerra de las banderas es la guerra de la desfachatez, de la hipocresía con mayúscula, del patriotismo de baja estofa, de terror y crimen de Estado. De perversidad de una clase política corrupta hasta la médula, que se ampara en dicha enseña, confundiéndola con su propia piel.¡Qué ni cree ni siente!, que se  emociona en la mediocridad de su talante embustero, oportunista, del que no siente ni padece!, en definitiva, del nacionalismo español al más puro rancio por el cual soportamos, desde la muerte del asesino dictador!....

El cual nos metió con calzador la dichosa bandera "roja y gualda" a todos los que vivimos aquella época. Siendo las causas por la cual una gran mayoría detestamos dicha bandera. Significando con bastante más ilusión nuestros emblemas autonómicos, Ikurriña, Señera, gallega, etcétera, escondidas en su día en el baúl de los recuerdos, para evitar ineludiblemente las cárceles del maldito tirano ¡qué trató diariamente comulgásemos con ruedas de molino!

¡Por tanto dejense de mariconadas!, de tanto cuento, de tanta España, de tanta hipócresia indecente, negando lo que durante tantos años nos sometió y, acabemos de una vez de ¡tanto patriotismo! tanto defensor ¡dé qué!. Qué lo único que quiere el Pueblo es llegar a final de mes y poder pagar sus facturas!.
Recordándoles qué los que tratan de ser los más patriotas, ¡son los más ladrones, los más cobardes!.....

Lo vemos diariamente, donde éstos políticos (corruptos todos) por omisión o defecto son noticia permanente. Y obstruyen a la Justicia, cambiando jefes de investigación, cómo si se tratase de una mafia, una inmensa banda con ramificaciones en la mayor parte de nuestras provincias...golfos fuera de la Ley!.

¡Guardensé la bandera donde les quepa y, sino métansela donde ustedes saben!. Siguen siendo los mismos  herederos del franquismo con distinto collar. Insistiendo cobardemente en tal barbaridad para justificar vuestra presencia, vuestra indignidad a donde habéis llevado a todo un Pueblo ¡qué ni respetáís, ni educáis, ni protegéis. Salvo vuestros intereses robados miserablemente a tantos compatriotas!

¡¡NECESITAMOS GESTORES, NO POLÍTICOS LADRONES!, ¡MUCHO DOLOR DE TENER QUE ESCRIBIR TANTA REALIDAD!       Luis.