" Dia de los Difuntos" (Crónicas diferentes)

Me ha extrañado mucho esta mañana al salir a la calle, uno de noviembre, ¿el cambio de hora? ¿la tranquilidad del lugar? Recorriendo este paraje tan apacible, han tenido que pasar bastantes minutos, quizá una hora, cuando pasando por una floristeria ¡se me ha encendido la bombilla y es cuando me he dado cuenta que era el día de los difuntos!.

La imagen, ¡como no! a mi ama hace meses le esparcimos sus cenizas frente a la isla Santa Clara, en el balcón de la plaza Cousteau, en el Paseo Nuevo y qué mejor recuerdo que pasearme por toda esta costa pensando en ella, contemplando el agua y en tantos y tantos recuerdos, como en estos momentos se apelotonan en la cabeza....

Aquellos últimos momentos, los más duros de su tan floreciente enfermedad (alzhéimer) donde la familia nos volcamos en ella, protegiéndola como a una niña pequeña en que se convirtió y, me río... recordando el día que una enfermera nos pilló jugando al "corro de las patatas", invalida en su carro... tantas cosas, que las lágrimas me desbordan y por momentos sonrío de tantos y tantos buenos y otros recuerdos...

La congoja y cierta felicidad por su descanso eterno me ha embargado parte del día, recordando tantos familiares ya fallecidos, amigos, conocidos que a lo largo de una vida hemos convivido, donde nadie se quedará en este mundo para contarlo, siendo la única cosa inequívoca que todos los seres tenemos en común. ¡Mucha salud a los vivos!, Luis

PD. Hoy, martes 14/8/2012 saldré de La Rápita camino Donostia, ha despedirme de mi amado hermano Josean. ¡Mi hermano del alma!.

Jósean, donde estes, allí estaré yo. Cabronazo de mierda!, te vas sin despedirme, sin decirme hasta luego...

Te recuerdo, os llevo dentro a ti y a María, ni que hablar de tus hijas , nietos, toda ésa puta prole de sobrinos, sobrinas que hemos adorado ha pesar de sus madres ridículas, anticuarías,siendo más jóvenes que nosotros, por el siempre  ¿qué dirán?

Josean cariño mio, muchas veces no nos hemos entendido por mi puta bola, hablo como un desesperado...pero siempre he aguantado y comido mis palabras, razonarlas, intentar aclararlas...pero la fiesta no daba para más,

Te despido con un hasta pronto, ¿treinta y dos más para llegar a la centena, por qué no?. Me acuerdo de todos vosotros, siempre os he tenido en mi cerebelo, me sigue gustando la vida y, es la única verdad.

Timoti, Timo, hasta los perros llevaban nuestros nombres. Sáludales a todos los que te precedieron. A los que están con la escopeta cargada. Cuando nos volvamos ha ver, preparame un cacharrito, qué tenemos mucho de qué hablar, díles de mi parte ¡qué les den! Tu amado hermano desde siempre. Luisito.