"Cuarto Milenio" (Crónicas Diferntes)

Iker, el paranormal de la Cadena Cuatro, da la impresión que ya no sabe ni de qué hablar, ni que decir. Lleva tantos años pegándonos la paliza, dándonos tanto rollo con sus misterios, apariciones, desapariciones, que finalmente acaba por aburrir hasta  los  "macabeos".

Con su compañera ¿ Rosa, Carmen ? que como él, se ríen menos que lo que pueda reírse una cabra. Ni asustan, intrigan, emocionan, aportan ningún interés de lo aburridos que son... plastas. Tampoco los entiendo, a los cuatro o cinco "pelamingas" que invitan cada semana...

Todos diplomados, sexólogos, parasipcólogos, toda una caterva de personajes, que sinceramente dan más que reír, que el miedo y el misterio que nos quieren contagiar, donde sinceramente en el directo de la TV, aburren hasta a los muertos... afortunadamente una vez por semana.

Ya, solamente faltaba en este programa, posiblemente por querer entretener a las gentes y queriendo hacer olvidarnos, a tantos televidentes, de la miseria que llevamos soportando con tanta recesión y paro...

Qué en un momento dado, entre brumas, con música diabólica de fondo, bien sea entre la niebla de Londres, o en los campos de Alabáma con sus depredadores de sierras mecánicas, desbrozando cuellos, brazos y orejas. Surjan como fantasmas en una bruma caliente de verano y, donde la muerte vale tan poco...  zombies resucitando...

Susurrando, musitando, con ese grosor de labios que parecen un par de filetes, el ídolo de las teles cutres, de la telebasura, en estado de catalepsia, con ésa gracia tan personal... a Carmen de Mairena pronunciando  ¡cómo me gustaría comerte el nabo, mamón, maricón!.

El drama que nos quiere montar el del Milenio, de Vitoria, es lo más esperpento y ridículo que ha traído ésta  Transición de ladrones de guante blanco. Sabiendo perfectamente y exactamente la gravedad de una de sus mayores crisis, que aún debemos soportar el pueblo español con todos sus nacionalismos....

Cómo se puede gastar cada semana, un pastón, con cuatro iluminados que hablan con muertos, con las paredes, oyendo voces de ultratumba, con una seriedad harto teatral, que no se ríen ni sin querer. Viviendo en un rictus total durante todo el programa, lo más parecido a un funeral franquista bajo palio, qué finalmente por los "euros", dan más la impresión de ser una secta, que un programa de misterio.. de entretenimiento. Luis