La Radio
La radio de hoy se ha convertido en una quiméra, en una historia programada por una dirección politíca. En la radio de hoy día hay demasiados intereses, mucha mentira, exceso de publicidad, cargada de salva patrias o golpistas retrogrados del kleenex, de quita y pon, de usar y tirar, del que con oir cuatro palabras ya te imaginas el perfil del locutor, locutora, emisora, patrocinador. De negocio puro y duro donde los haya. Apénas media docena de profesionales con una gran carga, que se han asociado o son propietarios. Los más grandes han desaparecido o trabajan en las nuevas comunicaciones. Una nueva casta de tertulianos como abundan, cada día salen más, soplapollas diría yo, hablan y hablan, no dejan ni escuchar, gritan descerebrada mente para finalmente no decir, ni aclarar nada. Así todos los dias, ¡ qué desengaño, mejor dicho, tristeza ! Los políticos de turno cuando pillan micrófono, se van por las patas, mienten descalifican descaradamente a sus oponentes, hipócritamente. Apro